Tal y como he titulado ésta entrada, el recorte que traigo hoy salió de una idea que tenía en mente y que, sin embargo, no estaba muy segura de cómo plasmarla para que quedara como yo quería.
Técnicamente, el resultado fue mejor de lo esperado o, al menos, se acercó bastante a lo que estaba buscando para un proyecto mayor (que tengo des de hace un par de mesecillos metido en el cajón y de que no hay manera de sacarlo para ponerme con él, todo sea por culpa del palo que me da. Pero le tengo ganas. Pero me da palo. Soy un monstruo, lo sé).
Obviamente, no estoy hablando de lineas rectas, sentidos de profundidad o perspectivas. Fue algo que salió de poco más de diez minutos, estaba on fire con la idea y necesitaba saber si la iba a cagar mucho haciendo lo que tenía pensado.
Es una cosa pequeñita, sencillita, y un poco cutre, pero... resultona para mi. De hecho, para hacerle la foto (si, siguen siendo fotos del movil, ¡tiradme de un puente!), lo puse sobre la cubierta de un pequeño cuaderno (uno de mis cuadernos de artista, si quereis llamarlo así), y me gustó tanto como quedó, que pensé en llevármelo para que me lo hicieran en vinilo ¡y pegarlo despues!
No, no lo hice. La idea estaba ahí, pero la tienda estaba demasiado lejos. Y me daba palo. Otra vez.
(Soy una vaga de primer nivel, e ahí el motivo por el que no llego a colgar una entrada cada semana)
El papel del recorte es un trozo sobrante de basic fino, con un tamaño que baila entre el DIN A5 y el DIN A6, con el mismo bisturí que en los anteriores.
Espero que os guste!
